PODEMOS BARCELONETA

PODEMOS BARCELONETA Trabajamos para los vecinos del BARRIO

domingo, 31 de agosto de 2014

BARCELONA con la BARCELONETA

IMPACTO DEL 'BOOM' DE VISITANTES EXTRANJEROS

Federación de descontentos

Vecinos de las zonas 'tomadas' por el turismo trabajan para agrupar sus fuerzas

Dentro de la manifestación, el descontento era patente. Fuera, caras de asombro ante el desfile de una multitud que muchos paseantes no sabían contra qué protestaba. «¿Qué están haciendo?»,preguntaban los turistas que fotografiaban la riada de vecinos. Pues justamente quejarse de lo que consideran excesos del turismo. Y no solo en la Barceloneta. A la marcha se sumaron barceloneses de otros barrios también agobiados por el turismo.
«Este es un asunto que ha estallado en la Barceloneta como lo podría haber hecho en otros barrios de la ciudad. El descontento de los vecinos con el modelo de turismo que se está llevando a cabo está bastante generalizado», explicaba Dani, uno de los promotores de la plataforma Defensem el Parc Güell. La concentración reclamó un cambio drástico en el modelo turístico que hasta ahora ha estado promoviendo el consistorio. «El ayuntamiento tiene que reconsiderar su posición. No puede imponer los planes que considere oportunos sin tener en cuenta a los vecinos de la ciudad», se quejaba Marc, uno de los responsables de la plataforma Aturem el Pla Paral·lel.
Construir un movimiento
El número de visitantes es de récord. Muchos lo ven con buenos ojos y creen que es una oportunidad perfecta para aumentar sus beneficios. Pero desde otra perspectiva, el límite de aguante de los ciudadanos ya se ha sobrepasado. «Este jueves tenemos previsto empezar a reunirnos algunas de las plataformas para construir y organizar un movimiento. Estamos intentando promover una quedada entre asambleas vecinales y movimientos sociales de los barrios de la ciudad para reclamar un turismo sostenible y de calidad. Lo que pretendemos es proponer alternativas comunes para luchar activamente contra un problema que nos afecta a todos», contaba Lluís Rabell, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). Una unión que muchos de los vecinos enojados declaraban que «hace la fuerza».
«Nos sentimos vivos participando con otros movimientos como es el caso de la Barceloneta, pero todos estamos ciertamente unidos por un mismo motivo», aseguraba Eduard Elías, de la plataforma Veïns de la Rambla cuando se le preguntaba por las razones que les llevaron a apoyar la manifestación. Una calle, la Rambla, que es por descontado uno de los puntos turísticos más potentes y que ya muchos vecinos consideran «perdido». «En nuestra zona la permisividad con el turista es excesiva y descarada. Por las noches la ley no existe. Se está llevando a Barcelona a un callejón sin salida», insistía, preocupado, el propio Eduard.
Beneficio de pocos
«La presión de este turismo impide hacer una vida tranquila a los vecinos. Los que vivimos en las zonas tomadas somos los perjudicados, mientras que de esto se benefician unos pocos», explicaba Marc, de la plataforma del Paral·lel.
Además coincidía con Dani, uno de los vecinos quejosos con las incomodidades que ocasiona el turismo en los alrededores del parque Güell, en que «tiene que promoverse un turismo a nivel de ciudad, sin la actual concentración abusiva en contadas áreas. El ayuntamiento no puede guiarse por intereses propios ni de sectores». A juicio de Marc, «el ayuntamiento tiene que implantar medidas drásticas en todos los barrios turísticos de la ciudad , no solo actuar con parches en la Barceloneta».
Los turistas no daban crédito cuando se enteraban de qué iba la protesta. Un destino turístico exitoso que sufre una pequeña revuelta vecinal contra el turismo. Insólito. Pero así es.

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